La OTTT, Franklin Beltre

No recuerdo la hora, pero sé que fue un día después de la entrevista que el Licenciado Franklin Beltré Cabral, a la sazón director de la Oficina Técnica de Transporte Terrestre, le concedió a Nuria Piera, llegue a la casa del Lic. Beltré, en mi condición de miembro del equipo que le acompañaba en una de las mejores gestiones que se hayan conocido en esa institución, pero sobre todo, como amigo y hermano de Franklin, amistad y hermandad nacidas de las luchas de muchos años en las actividades políticas junto al fenecido Quilvio Cabrera y por el trato cercano que existe entre nuestras familias.

El grupo que estaba en la residencia del entonces director de la OTTT conversaba sobre la entrevista y la inquisidora actitud de la periodista, recién llegado al la residencia, todavía sin sentarme, pregunté colectivamente: ¿Nuria hablo mentiras, acusó a alguien de robarse un centavo? y a unísono contestaron todos que no. Había que esperar que con el tiempo surgiera la verdad, y la verdad resarciera a Franklin Beltré.Todos fuimos arropados por las dudas, cosa muy importante, porque las dudas nos permitieron ver el espectro completo de la realidad sin parcializarnos con el amigo, como era natural, y nos llevo a la vedad clara y precisa.


Dos declaraciones importantes han ocurrido en estos días que demuestran lo correcto que fue darle tiempo al tiempo y que deben servir de aprendizaje a ciertas personas que les encanta acusar o hacerse eco de acusaciones y condenar sin juicio previo, sin importarles que con sus actitudes dañen honras y causen sufrimientos a familias completas, principalmente a niños que expresan su impotencia con las lagrimitas que tortuosamente derraman como testigos inocentes de las acusaciones falaces que les lanzan a sus padres.

La primera declaraciones fueron las del consultor Jurídico de la Presidencia, doctor Abel Rodríguez del Orbe hablando de la situación económica de “ese pobre muchacho”, para usar palabras de Rodríguez del Orbe refiriéndose al ex director de la OTTT y luego las declaraciones del ministro de turismo Francisco Javier García, hombres muy cercanos al presidente Leonel Fernández. Ambos funcionarios ante preguntas de los periodistas sobre las acusaciones de corrupción destacaron que en el caso de la OTTT podría hablarse de practicas de nepotismo, pero nunca de que se robara dinero, “nadie puede decir que ese funcionario vendió un vehículo de la institución y se cogió el dinero”, apunto Francisco Javier.

Las denuncias que la destacada periodista hizo sobre Franklin Belté, la OTTT y el Gobierno, han servido para poner a cielo abierto la cualidades y las bondades de este exfuncionarios gubernamental, su humildad que siempre lo llevan a situaciones difíciles por la imposibilidad de negarse a ayudar a los mas necesitados aunque con ello tenga que quitarse la comida de la boca y jugarse su futuro como lo hizo en la OTTT con socorrer a aquellos que necesitan quitarse las ataduras que no los dejan salir de la pobreza y porque sabe lo que significa recibir la mano amiga de alguien cuando la vida nos niega las necesidades mas perentorias.

Hace un tiempo un amigo común me pidió que escribiera algo sobre Franklin, y esta fue mi
respuesta:

Estimado Andrés,
Me considero amigo de Franklin, y te puedo asegurar que la pregunta que me haces, me la he hecho muchas veces y no la he podido contestar, parece que la amistad esta en conflicto con la realidad, o que no he podido ver la realidad claramente, o a lo mejor no me atrevo a opinar porque sería una opinión interesada. Lo cierto es que aquel joven que salió de Guayabal de Azua, que como tromba marina escaló hasta lugares donde a los expertos les toma toda una vida, parece que la vida le esta jugando una trastada, que aquel refrán que reza: el que sube rápido, rápido baja, podría cumplirse en este caso, esperamos que no. Es en momentos como estos que se conocen los amigos, y creo que debemos apoyarlo moral y espiritualmente, darle todo el animo que podamos, y ayudarle a entender la situación por la que esta pasando, las razones y los errores que pudieron haberse cometidos, y así subsanar cualquier daño que pudiera haberse infringido. Casi siempre tratamos de buscar culpables que justifiquen nuestras fallas, esa es la peor de las fallas.

Cuídate,
robert