Tránsfugas Políticos

Cuando usted hace vida en un partido político, cuando adquiere las características propias de éste, la formas de hablar, los hábitos, es difícil, aun teniendo la determinación para hacerlo, que puedan aceptarlo cabalmente en otra parcela política.


Los cambios de partidos casi siempre están motivados por apetencias personales. Son decisiones sustentadas en liderazgos circunstanciales que los envilecen, los confunden y la obnubilación no les permite discernir con claridad y objetividad, pretendiendo tan solo intentar hacerle daño al grupo que han abandonado, olvidando que cuando se actúa perniciosamente solo se consigue hacerse daño a si mismo.


Los tránsfugas en la política también contribuyen a que los ciudadanos perciban los partidos como iguales, como la misma cosa, porque los partidos reciben los desertores como ídolos, premiando con algarabía la traición, como si la alevosía fuese un acto de dignidad, como si los valores morales cambiaran dependiendo la conveniencia.


Así no, de esa manera, aludiendo pragmatismo, nos encaminados indefectiblemente a un callejón sin salida, les estamos enseñando a las nuevas generaciones que el fin justifica los medios, y ninguna sociedad puede manejarse con esa máxima, porque eso es el caos, el desorden.


Por suerte no todo es negativo, esas actitudes de los tránsfugas consiguen allanar el camino al nuevo liderazgo, a los jóvenes que serán el relevo obligatorio, que están llamados a corregir estas distorsiones, para de finalmente entremos a una etapa donde los principios, la decencia, el compromiso con los mejores intereses de la nación y, sobre todo y mas que todo, el merito, marquen el camino.