A propósito de las declaraciones de Vinicio Castillo Semán asegurando que existe un acuerdo entre Danilo Medina y Miguel Vargas Maldonado para oponerse en el Congreso Nacional a una reforma constitucional que le permitiría, eventualmente, al presidente Leonel Fernández competir en la próxima contienda electoral, sería bueno precisar tres puntos.
El primero es que Castillo Semán apoya a José Tomás Pérez quien compite con Danilo Medina por la candidatura presidencial del PLD y esto le resta credibilidad por ser una opinión interesada, un dardo envenenado, con la intensión de hacer daño a Danilo y facilitar las cosas a José Tomás, que si bien es un buen candidato, no tiene posibilidades de ganarle una convención interna a Medina.
En otro orden, no creemos que el Presidentes Fernández esté en reformar la constitución, no es verdad que si existía la posibilidad, el interés personal de postularse, hubiese dejado ese tema en el aire como aparentemente está en la constitución. Los estadistas, los que nacieron o se formaron para gobernar, se distinguen por escoger el tiempo y el espacio paras sus acciones, por ser oportunos, practicando una de las virtudes propias de los triunfadores, la paciencia.
Por último, aunque reconocemos los aportes de los aliados al PLD, el daño que los pronunciamientos de personas sin compromisos partidarios que no buscan más que protagonismos mediáticos le provocan, junto a las malas actuaciones como funcionarios del gobierno, deberían poner a reflexionar a los miembros del comité político del PLD y a Fernández sobre el costo político y moral de esos apoyos.
Si se evaluaran objetivamente los aportes de algunos de esos aliados, sin duda alguna concluirían que el mas destacado sería su destreza para trepar, para mantenerse siempre arriba, para retrasar la higienización del quehacer político, su instinto y el olfato para determinar a tiempo en que canasta colocar los huevos y seguir usufructuando las mieles del poder, dígase económicamente o con influencias en los mas altos niveles, que es lo mismo.
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