La Obsesión de Algunos Políticos

Obsesion proviene del término latino obsessĭo que significa asedio. Se trata de una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente. Este pensamiento, sentimiento o tendencia aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero persiste más allá de los esfuerzos por librarse de él. Según Wikipedia.

Nuestro país esta lleno de políticos que padecen obsesión, que se creen destinados a conseguir sus propósitos, que ignoran la realidad y, consecuentemente, se forman una idea errada de su posición, del verdadero alcance de sus aspiraciones.

En política la objetividad tiene una importancia vital. Analizar la realidad para determinar las perspectivas de sus proyectos tiene que ser libre de influencias, por eso se es líder, para poder ver mas allá de la curva, como decía José Francisco Peña Gómez, para conocer al cojo sentado y al ciego durmiendo, no para dejarse llevar en una carrera desbocada por lo que se quiere ser, por lo que quieren sus acólitos, por conveniencias personales o porque les ha cogido con eso.

“La política no es una especulación; es la Ciencia más pura y la más digna, después de la Filosofía, de ocupar las inteligencias nobles." decía Juan Pablo Duarte. Desconocer ciertas tendencias y emprender una campaña sin analizar su posibilidad real los puede llevar a convertirse en víctimas de su propia campaña, engañándose a si mismo, deslumbrándose con los movimientos reciclados, las vallas, los anuncios radiales y televisivos promovidos por un grupo de sus seguidores, que si bien saben hacer su trabajo, parten de premisas irreales y movidos por la misma obsesión de su candidato que no les deja ver la realidad.

Si además de padecer obsesión, estos aspirantes también son contestatarios en sus diferentes partidos, enfrentando a los lideres , a los que mantienen porcentajes que les permiten influir de manera determinante, no tienen otro destino que no sea el fracaso.

La única salida es aceptar la realidad, someterse a esos liderazgos, darle confianza, exigir a sus seguidores que dejen las diatribas, las amenazas soterradas e imprudentes, recordar que es mejor aliarse al más fuerte que pelearse, que se debe ser humilde y reconocer que se es débil, . Mientras continúen pensando que son lo que no son, que lo pueden lograr a pesar de todo, no llegaran a ningún lado.