Peledeísta-Perredeísta

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El Partido de la Liberación Dominicana y el Partido Revolucionario Dominicano tienen el 90 % de las simpatías políticas de la nación, nacieron del mismo vientre y pertenecen a la clase progresista de la sociedad dominicana. En los miembros de ambos partidos están los hombres llamados a resolver los acuciantes problemas que subsisten en nuestra sociedad. Ellos son también los responsables de que todavía permanezcamos en el subdesarrollo por mantenerse divididos.

Es una barbaridad que con esa mayoría aplastante no hayan podidos terminar con las vicisitudes que padecen los sectores que siempre han puesto sus esperanzas en ellos, que un grupito de oportunistas hayan logrado mantenerlos divididos en las últimas cuatro décadas disfrutando, esa minoría, de las mieles del poder en cada uno de los gobiernos de ambos partidos, dejándose usar como conejillos de indias, sin que éstos hombres, los del PLD y el PRD, decidan tomar el toro por los cuernos y emprender, uniéndose en los objetivos, un proyecto de nación.

Las condiciones están dadas, estamos asistiendo indefectiblemente a uno de esos momentos históricos en las que las bases se ponen por encima de sus dirigentes, esa militancia que ha sido dividida por cuarenta años con el objetivo de mantenerlos postrados para que no puedan tener las fuerzas para exigir las conquistas que se merecen, esas bases que han sufridos por generaciones las humillaciones, las faltas de medicinas, de comida, de escuelas, que han luchados con tanto ahínco para que le reconozcan sus derechos, están finalmente derribandos los diques partidarios que las dividen en dos grandes minorías.

El candidato ganador de los próximos comicios se tendrá que identificar con esos sentimientos, con esos votantes de ambos partidos, con esos hombres y mujeres cansados de esperar una mejoría. Estamos felizmente llegando a un punto en el que ser del PRD o del PLD no tendrá ninguna importancia. Esos hermanos divididos por la mezquindad de algunos, están comprendiendo que su debilidad esta es la falta de unidad, que juntos pueden conseguir lo que divididos solo pueden soñar. Esta naciendo una nueva generación de militante político: el Peledeísta-Perredeísta. Esperemos.