Hace 45 años, cuando Stamatis
Moraitis vivía en Estados Unidos, se le diagnosticó cáncer terminal de
pulmón y le pronosticaron nueve meses de vida.
"En ese tiempo era muy costoso tener un
funeral en ese país", recuerda. "Así que le dije a mi esposa que me
iría a casa, a Ikaria, para que me enterraran con mis padres".
Hoy en día
está en pleno auge. Es una historia que ha contado muchas veces y es claro que
no se cansa de contarla.
"Encontré
a mis amigos en el pueblo donde nací y comenzamos a beber. Pensé que por lo
menos moriría feliz".
"Nos
juntábamos todos los días, tomábamos vino y esperábamos. El tiempo pasó y me
fui sintiendo cada vez más fuerte. Nueve meses después me sentí bien. A los
once meses estaba mejor. Y ahora, 45 años más tarde, ¡sigo aquí!".
"Hace
unos años regresé a Estados Unidos y busqué a mis médicos. Pero no pude
encontrarlos. Todos estaban muertos".
Stamatis es uno
de los habitantes de una pequeña isla de
Grecia llamada Ikaria, cuyos habitantes viven en promedio unos diez años mas
que el resto de Europa occidental.
Podría ser el aire fresco y el estilo de vida
sencillo y abierto. O quizás los vegetales frescos y la leche de cabra.
También está el terreno montañoso. Dondequiera
que uno vaya en Ikaria es una subida, o una bajada, así que caminar por la isla
te mantiene en buen estado físico.
Otro factor
podría ser la radiación natural en las rocas de granito. Pero Stamatis Moraitis
piensa que no es nada de eso.
"Es el
vino", dice mientras se toma una copa a media mañana en la mesa de su
cocina. "Es puro, no se le agrega nada. El vino que se produce
comercialmente tiene conservantes, que no son buenos. Pero este vino que
nosotros hacemos es puro".
Stamatis
celebró su 98 cumpleaños el primero de enero. Dice que es mayor pero sus
documentos establecen su fecha de nacimiento el 1 de enero de 1915.
Frente a su
casa ha plantado olivos, árboles frutales y viñedos. Y dice que produce unos 700 litros de vino al
año.
"¿Se lo
bebe todo usted?", le pregunto. "No", responde consternado por
tal sugerencia. "Lo tomo con mis amigos".
El vino, y las reuniones con
sus amigos y familiares, han ayudado a que Stamatis se convierta en la imagen
de los efectos curativos de Ikaria.
Hay muchas historias como
ésta en Ikaria. Algunas pueden ser sólo cuentos. Pero en los últimos años,
científicos y médicos han visitado la isla, que no está lejos de la costa de
Turquía, para conocer la realidad.
Resumen de articulo de BBC Mundo.
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