Los últimos acontecimientos violentos
han puesto a pensar a no pocos dominicanos.
Son hechos lúgubres, que demuestran la descomposición que se está produciendo
en la sociedad, principalmente los ataques al Metro y a la cárcel de Najayom que sin
embargo indican también que la desesperación
se está adueñando de los sectores delincuenciales.
¿Por qué la desesperación es lo
que está motorizando estos hechos? Sencillamente,
en el caso de la cárcel de Najayo, si esos señores que encabezaron el ataque
armado contra la cárcel, desde adentro y desde afuera, hubiesen tenido la posibilidad
de conseguir salir de prisión por métodos más “ortodoxos”, como era comprar
jueces y autoridades, no se hubieses expuestos a morir ni a asesinar a las autoridades
que lamentablemente perecieron en el frustrado asalto.
El incendio en el Metro parece más
bien un acto de locura del pobre infeliz
que lo intento, hasta que se demuestre lo contrario, porque no hay que
descartar nada, pero hasta ahora parece algo aislado y son situaciones que se dan en cualquier
ciudad del mundo. Lo que si debemos destacar es la destreza de las autoridades en esclarecer los hechos,
sin dejar de exigir paciencia a los estamentos oficiales a la hora de hacer
declaraciones que bien pueden entorpecer las investigaciones y sembrar dudas en
la ciudadanía.
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