Los dominicanos hemos comenzado a vivir una realidad que por mucho tiempo hemos simulados ignorar: nuestros vecinos haitianos no tienen salida y eso es un tremendo problema que debemos enfrentar con inteligencia y sabiduría.
Sin racismo ni menosprecio, los haitianos son una realidad y se debe buscar la manera de ayudarlos, ellos alla y nosotros aquí, para que puedan convertirse en el futuro, en vez de una carga para la tierra de Duarte, en un mercado importantisimo para el pais.
No entender esto nos puede llevar a enfrentamientos con los haitianos y presentarnos ante el mundo como racistas humanamente insensibles, que podria producir situaciones que terminarian afectando la producción nacional y la paz social que nos ha permitido un crecimiento constante del turismo en nuestro pais.
Cual es la salida, que debemos de hacer?
Lo principal es exigirle al mundo que ayude a los haitianos, pero para tener fuerza moral para hacerlo, que al final de cuenta esa ayuda nos beneficiaria tambien, tenemos que demostrar nuestra solidadridad con nuestros vecinos a cualquier precio.
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