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Santo Domingo, Distrito Nacional, Dominican Republic

jueves, 11 de junio de 2009

Los humanos y las otras especies del planeta


Si los hombres y las mujeres asumieran con responsabilidad el compromiso que se adquiere al momento de convertirse en padre o madre, si actuaran conscientes de que la vida es una carrera de relevo, que los hijos deben darle continuidad a lo que sus padres recibieron a su vez de los suyos, y así
sucesivamente, la historia seria contada de otra manera.
Los humanos son la especie más inteligente de todas las que habitan este planeta, si embargo se han convertidos en los mas irresponsables cuando de paternidad se trata, es muy difícil encontrar otra especie en la que un padre o una madre abandone a sus hijos, que no los instruya por lo menos en el adiestramiento de subsistencia, esto es, que les enseñe lo esencial para sobrevivir, como defenderse, aprender a comer, a cazar, a volar, a nadar, a caminar y sobre todo, a respetar la cadena de mando entre padre, madre, hijo mayor, etc.

Cuando un hijo provoca la muerte a quien le ha dado la vida, se nos presenta un dilema, el hijo es un asesino, ha cometido un crimen inaceptable para la sociedad, el padre, la víctima, ha sido asesinado por su hijo, el matador es el hijo del muerto.

Como pueden ocurrir tantos casos como este en una sociedad en las que los humanos son protagonistas, es de suponer que el padre, la víctima, no supo o no pudo, que en este caso es lo mismo, inculcar en su hijo, el asesino, el grado de vergüenza necesarios para que en un momento como el que nos estamos refiriendo o en otro cualquiera en la que los valores morales se pongan a prueba, no reaccionara de esa manera. No queremos imputar al padre, ni mucho menos descargar al hijo, sino, aprender de cada caso como este, como decía un buen amigo: “la siembra es opcional, pero la cosecha es obligatoria”, por lo tanto, es en lo que sembramos en nuestros hijos donde tenemos que ser cuidadoso, para evitar, enseñándoles con el ejemplo, cosechar este tipo de situaciones.

Un párrafo de una carta del Che a sus hijos

«Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario, Ernesto Che Guevara.
El 4 de mayo dos de mis hijos cumplen años, les escribí esto:
Mis hijos

Confieso que cuando hablaban de vida eterna, reía irónicamente, hoy sin embargo, estoy apreciando que la eternidad comienza algunas veces antes de morir. (Aunque no he cambiado esencialmente de parecer).

La satisfacciones que hasta ahora, y estoy seguro que siempre será así, he recibido de ustedes, han demostrado que la vida eterna no comienza después de la muerte, ni está cifrada en algo divino, por el contrario, es algo tangible que se forja con el esfuerzo que los padres hacen en la formación de sus hijos, y sobre todo, la libertad controlada a la que es necesario exponerlos para que aprendan y puedan descollar por un camino que, aunque no se le debe imponer, corresponde a los padres guiar cuidadosamente, sin que esto implique intromision alguna en lo que pudieran ser sus anhelos.

Gracias por ser como son, me llena de orgullo, su mejor amigo,


Robert











1 comentario:

  1. Es imposible agradecer con palabras, el afecto, y la admiracion que emana desde nuestro interior hacia ti. Conocerte, es, sin rodeos, un gran reto, mas, sin embargo, un camino lleno de sorpresas, que de una u otra forma ha sido para bien.

    No creo, que existan satisfacciones suficientes para compensar en lo que tu, junto a mami nos han convertido, seres pensantes, criticos, autosuficientes, e independientes.

    Creo que seres como ustedes, son unicos en esta tierra.

    Alex

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