Termina un año, un recorrido de 365 días de nuestra vida. Esta es una buena oportunidad para sentarnos a reflexionar, planificar, instruirnos de nuestros errores y arrancar otros proyectos que nos permitan ir perfeccionando las inexactitudes al tiempo de probar nuevos senderos.
No importan las razones que tuvieran los que nos obligaron a seguir un calendario de la manera que lo conocemos, este corte simbólico que tenemos que hacer cada año, nos renueva las esperanzas, nos da la oportunidad para meditar y conseguir las fuerzas para emprender nuevas tareas.
A los que les ha ido bien, que continúen cosechando por esos labrantíos, y a los que no, que siembren para que puedan encontrarse con el éxito duradero, que tan solo se consigue abonando la tierra con el trabajo, la honestidad, el servicio y la puntualidad.
No busquemos culpables de nuestros problemas, ese tiempo utilicémoslo buscando las razones de los mismos. La mejor forma de no tener que perdonar, es no condenar.
Decía Joaquín Balaguer: "La vida de un hombre es la suma de sus aciertos y sus errores". Que gran verdad, un hombre es evaluado al final de su vida por lo que hizo, no por lo que dejo de hacer, es una de las razones por la que debemos de aprovechar cada fin de año para revisar nuestras acciones, corregirnos e iniciar un nuevo año acompañado del positivismo que nos pueda llevar al éxito.
Fidel Castro dijo hace unos días, ante una pregunta de Hugo Chávez sobre la posibilidad de volver a presidir el gobierno Cubano, lo siguiente:
No importan las razones que tuvieran los que nos obligaron a seguir un calendario de la manera que lo conocemos, este corte simbólico que tenemos que hacer cada año, nos renueva las esperanzas, nos da la oportunidad para meditar y conseguir las fuerzas para emprender nuevas tareas.
A los que les ha ido bien, que continúen cosechando por esos labrantíos, y a los que no, que siembren para que puedan encontrarse con el éxito duradero, que tan solo se consigue abonando la tierra con el trabajo, la honestidad, el servicio y la puntualidad.
No busquemos culpables de nuestros problemas, ese tiempo utilicémoslo buscando las razones de los mismos. La mejor forma de no tener que perdonar, es no condenar.
Decía Joaquín Balaguer: "La vida de un hombre es la suma de sus aciertos y sus errores". Que gran verdad, un hombre es evaluado al final de su vida por lo que hizo, no por lo que dejo de hacer, es una de las razones por la que debemos de aprovechar cada fin de año para revisar nuestras acciones, corregirnos e iniciar un nuevo año acompañado del positivismo que nos pueda llevar al éxito.
Fidel Castro dijo hace unos días, ante una pregunta de Hugo Chávez sobre la posibilidad de volver a presidir el gobierno Cubano, lo siguiente:
"Yo ya cumplí una etapa, ahora están ustedes allá, mi tarea es otra, mi tarea es más pensar, escribir”.
De eso se trata, etapas, de vivir el tiempo que nos toca, enfrentarlo con las herramientas que tenemos, enfocarnos en la realidad y disfrutarla, no querer lograr lo imposible cuando lo posible esta siempre al alcance. Es cuestión de saber ponerse metas realizables, eso nos da la felicidad, pero si nos ofuscamos con lo imposible, el sufrimiento y la frustración serán nuestros compañeros. .
Aceptar como lo hace Fidel, que ahora le corresponde servir desde la situación que se encuentra, ese es el secreto de la felicidad, entender la realidad, aprovecharla y disfrutarla.
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