Mi foto
Santo Domingo, Distrito Nacional, Dominican Republic

jueves, 3 de diciembre de 2009

Un cambio en las primarias



La primera fase de las elecciones congresuales del año 2010 esta culminando con las primarias del PRD Y PLD, y los resultados han traídos muy pocas sorpresas, uno que otro candidato a reelegirse como síndico, diputados, regidores y algunos a senadores, fueron “rechazados”.

¿Indican estos resultados que la población está conforme con sus congresistas, con sus alcaldes y sus regidores?

De ninguna manera , las posibilidades de que los miembros de los partidos puedan discernir entre lo que le conviene a sus comunidades y las que son sus apetencias personales, son casi nulas, no tienen los elementos de juicio ni mucho menos el interés para hacer de las elecciones una oportunidad para colocar en esos puestos a personas que piensen en el bienestar común, aunque algunos una vez elegidos, se dediquen a trabajar por la comunidad, porque conocen su responsabilidad y son servidores públicos de nacimiento.

La elecciones congresuales están llamadas a legitimar la voluntad popular, sin embargo, terminan legalizando a ciertos personajes que están encumbrados en los grupos y se cuelan en la listas que son repartidas en los centros de votación con los números de los que le conviene, no a lo votantes, sino a los que dirigen a dichos clanes, y estas comunidades acaban siendo representadas por personas casi desconocidas por la gran mayoría.

Esto implica que los candidatos de verdad, los que los mueve el deseo de servir, que se han pasado toda una vida trabajando por sus partidos, que puedan estar ciertamente interesados en hacer una carrera política tomando como base su servicio a la comunidad, se vean impedidos por no pertenecer a estos clanes o, en otros casos, tengan que sucumbir y arrodillarse ante los que dirigen estos grupos para poder conseguir ser postulados.

Conclusión: O los partidos buscan los correctivos para que esos aspirantes sean seleccionados antes de bajarlos a las bases, o terminaran dirigidos por bandas partidarias que desacreditaran a los mismos partidos y con ellos, a la frágil democracia dominicana.

Hay que tratar de que el merito y el deseo de servir sean las prendas que adornen los candidatos que compitan en las convenciones de los partidos, no se puede permitir que se continúe carcomiendo la sociedad con estos clanes, donde el servilismo y el lambonismo permite que ciertos puestos puedan ser ocupados por personas sin ningún otro interés que no sea el satisfacer sus ambiciones personales.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Archivo del Blog

Seguidores