La Ganaderia

Escuchar al Santiago Rodríguense hablar con orgullo del potencial lechero de la provincia provoca cierta alegría y también preocupación. Inquieta que éste hecho per se produzca satisfacciones desmedidas en los ganaderos y en la comunidad que puedan traer frustraciones futuras si no se aprovecha óptimamente el potencial que tiene la industria láctea.

La fase primaria de la producción lechera parece andar por buen camino (la cantidad y la calidad de la leche), las preguntas indispensables son: ¿Qué se va hacer con la leche?, ¿Cómo agregarle valor?, ¿Estamos preparados para industrializarla? ¿Se podrán enfrentar eventuales crisis que puedan deprimir los precios?

¿Está el productor recibiendo precios justos? ¿Cuánto gana el intermediario? ¿Cuáles son las metas para procesar? Pues no solo se debe pensar en la pasteurización pura y simple, conviene pensar en todos los subproductos que se puedan derivar de una industria láctea con estándares que permitan, en cualquier momento, incursionar en mercados internacionales.

La tecnología de punta, de última generación en producción y mercadeo permiten mantenerse al tanto de las informaciones imprescindibles para no perder la competitividad, hacer uso de ella puede significar la diferencia para una lechería rentable.

Deponer las cuestiones personales y concentrarse en lograr una marca-provincia, que cuando se hable de leche, se hable de Santiago Rodríguez y viceversa, se logra unificando criterios y pensando en grande, ¡Si triunfa la provincia, triunfan sus ciudadanos!, ¡El bienestar comunitario es la suma del triunfo individual!

La leche es parte fundamental del futuro de la zona, industrializarla asegura estabilidad y la estabilidad significa riquezas, de todos depende el despegue definitivo de la provincia, a poner cada cual su granito de arena. Adelante Santiago Rodríguenses.