Danilo Medina fue candidato a la presidencia del PLD en el año 2000, hace ya doce años, y quiere intentarlo de nuevo, Sus condiciones son incuestionables, tiene una concepción acabada de lo que, cree El, debe ser un gobierno que permita a las clases desposeídas insertarse al desarrollo.
Escucharlo es aprender, son disertaciones que sorprenden a cualquiera, hasta a los más versados en los temas políticos, económicos y sociales. Es indudable que se ha preparado para su proyecto político y económico, no hay dudas que si las consideraciones que con tanta vehemencia defiende Medina llegaran a concretarse, estaríamos dando un salto cuantitativo y cualitativo en el país.
Oírlo hablar es escucharse a sí mismo, Danilo dice lo que muchos entienden y no saben expresar, por eso parece una quimera, es ilusorio, sabemos que se puede y el explica como lograrlo, y aun así dudamos, hace falta algo para que su discurso cale en la población, para que la gente lo haga suyo, que entienda que le conviene, que puede ser, que es sincero, que es posible.
Para lograr que el pueblo lo entienda, Medina debe primero vencer las contradicciones que pueda existir internamente en el PLD, sanar las heridas que parte de sus seguidores, todavía hoy, mantienen abiertas, convencer adentro de que no hay ninguna posibilidad de retaliación, no al Presidente del PLD, sino a su entorno. Mientras persistan esas mezquindades a lo interno, no calará el discurso mas terminado que tenga político alguno en el país, el de Danilo Medina.
El Partido de 
Mientras más temprano escojan al candidato, menos traumáticos será la transición interna, y creemos que si los números de las encuestas lo dan como favorito, tendremos a Danilo Medina, el mejor preparado de los precandidatos morados. Esperemos.

 
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