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Santo Domingo, Distrito Nacional, Dominican Republic

miércoles, 1 de junio de 2011

¿Una pregunta?


La campaña electoral que se avecina nos presenta una situación especial, muy pocas veces conocida en el ámbito político, no solo en nuestro terruño, sino, me atrevería decir, que en cualquier parte del mundo.

Los dos partidos con posibilidad hasta ahora están pasando por una situación parecida, en el caso del PRD tiene un candidato definido, Hipólito Mejía, y en el PLD todo parece indicar de será Danilo Medina.

Esto está bien claro, lo que no esta claro en ninguno de esos partidos es el papel que jugaran sus respectivos presidentes, Miguel Vargas por el PRD y Leonel Fernández por el PLD.

Miguel Vargas saco el 43 por ciento de los votos en la convención de su partido, lo que le da un posicionamiento envidiable para su futuro político, pero necesita de la confianza del candidato y su grupo, de Hipólito y sus seguidores para asegurar un eventual candidatura en el futuro, cosa que nos parece difícil conociendo las aspiraciones de los hombres que apoyaron a Mejía en la lucha por su candidatura y la mezquindad de los políticos a la hora de reconocer virtudes ajenas.

Leonel Fernández tiene una situación mucho mas difícil, además de ser presidente de su partido, es un líder indiscutible, tres veces presidente, responsable del posicionamiento de su partido, por lo tanto se esta jugando todo, mucho más que Miguel, con un grupo rodeando al candidato que lo ha cuestionado, acusado y responsabilizado de sus fracasos.

Por eso usted no ve las fotografías de Leonel, el que puede ser garante de su posible triunfo, en los actos que realizan, como si pensaran desde ahora sustituirlo, colocan a Danilo al lado de Juan Bosch y Leonel no aparece ni en pintura, aun siendo el líder y el presidente de ese partido.

Por eso decimos que serán especiales estas elecciones, los candidatos aparentemente no quieren a los presidentes de sus partidos, a los que han colocados a esas instituciones en posiciones importantes, y esa situación nos lleva a preguntarnos que ocurrirá en el futuro inmediato.

¿Puede ser posible que sin la participación de dos de los hombres mas populares de la política actual, presidentes de sus respectivos partidos, pueda llegar a feliz termino cualquiera de las dos opciones que se le presentan al electorado? Esperemos.

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