Hipólito Mejía pudo unificar al Partido Revolucionario Dominicano en el año 2000 pactando con Milagros Ortiz Bosch, Rafael Suberví y Hatuey Decamps, sin embargo, no ha podido lograrlo ahora con Miguel Vargas Maldonado.
El triunfalismo inicial que obnubilo al PRD por lo que reflejaban las encuestas y la infecunda expectativa de que Leonel Fernández no apoyaría a Danilo Medina, los llevo a creer que no necesitarían a nadie, que ellos por si solos podrían ganar las elecciones, olvidándose que en el 2000 con un partido unificado y con la deuda moral del pueblo con José Francisco Peña Gómez, el PRD no pudo llegar a 50%.
Sin Miguel Vargas al PRD le será difícil ganar y hasta competir dignamente en el último tramo de la campaña. Para tener posibilidades deben convencer al hombre que rescató ese partido después de la derrota del 2004, ofrecerle la candidatura del 2016, recordando que Hipólito no le cumplió a Hatuey y deben buscar alguna fórmula para que Miguel le crea, pues el desprecio y la burla constante a la que ha sido sometido lo deben tener meditando si valdrá la pena confiar en Hipólito.
Miguel Vargas tiene un gran dilema:
Sí ganan el participando, nadie le asegura que no lo sacaran como Hatuey?
Si pierden el participando, evitaría que le echen la culpa de la derrota.
Si ganan sin Él, su carrera política habrá terminado.
Si pierden si Él, se convertiría en el líder opositor con posibilidades en el 2016.-
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