No se que piensan los expertos en marketing político, pero las acusaciones de corrupción entre las fuerzas que se disputan el poder no aportan absolutamente nada a quienes incurren en esta practica como arma principal de campaña. No es difícil observar que quienes se han dedicados toda tu vida a criticar por criticar nunca han logrado ganar nada en la política dominicana.
Cada vez que una encuesta les desfavorece tratan de descalificarla con argumentos  baladíes. La ciudadanía no sabe a quien creerle, ahora parece ser que los sondeos son mas importantes que las encuestas calificadas.  La mayoría de los comunicadores están parcializados,  se les hace imposible actuar con  imparcialidad  por ser  anti-perredeístas o anti-peledeístas patológicos, razones que los  imposibilitan para  opinar con objetividad.
Esta situación ha llevado al pueblo dominicano a ser uno de los peores  informado a pesar de contar  con una cantidad apreciable de medios. La  parcialidad, la falta de objetividad y la ignorancia de los comunicadores, con honrosas excepciones, esta provocando que los dominicanos pierdan paulatinamente el interés por  la información convencidos de que la mayoría de los medios  esta dirigido por las fuerzas que se disputan el poder. 
Pero los que  terminaran mal parados son los que creen que con mentiras lograran convencer a los votantes. Que tratando de ignorar una tendencia que a todas luces parece definitiva, lograran cambiar la determinación  de un pueblo.
Lo penoso de todo esto es que una mayoría de los que siguen a estos mentirosos les cree ciegamente y despertaran desilusionados el 21 de mayo. Ojalá que esta vez se las cobren a estos vendedores de ilusiones para  que queden definitivamente desenmascarados estos lobos vestidos de ovejitas.

 
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