Con hechos, no con palabras

La campaña electoral  nos ha  dado la oportunidad para conocer la cachaza de algunos "ciudadanos". Los ladrones de ambos bandos,  ademas de estar luchando por ganar  las elecciones, se están disputando la corona de la corrupción en la República Dominicana.

Esas  acusaciones le permiten a  los dominicanos conocer parte de los que han desfalcado el erario público y    la desfachatez de algunos personajes,  acusadores y comentaristas de ambos partidos  y  algunos dueños de "partidos" que no tienen militantes ni siquiera para cubrir los delegados en las mesas electorales,    que no soportan    el mas mínimo escrutinio de sus haberes y sin embargo pretenden encabezar la lucha por la transparencia,  olvidándose  que en su momento fueron señalados como corruptos y aunque ha pasado el tiempo, sus fechorías no han sido olvidadas por la población.

Ahora se las dan de  hombres serios y  quieren  protagonizar  la  lucha que debe estar reservada para los que han permanecidos impolutos en el quehacer partidario, privado  y gubernamental,   no para que  estos desvergonzados     desparramen lodo por todos lado  para justificar  sus andanzas y pasar desapercibidos   disfrutando sus mal habidas fortunas con  la indiferencia de sus compañeros de partidos y la complicidad de sus "adversarios", en cumplimiento de un   pacto no escrito que les ha permitido vivir en la impunidad. .

Pero están muy equivocados los que  piensan que todo esta perdido,  en éste país existen hombres y mujeres comprometidos  con los valores y principios enarbolados por nuestros fundadores. Los sinvergüenzas  no se alzaran con el santo y la limosna, esta campaña los esta desnudando, en todos los partidos existen hombres y mujeres capaces de encausar la nación por senderos de moralidad y decencia.

Que cada ciudadano enfrente a los corruptos sin fanatizarse,  no importa a cual partido pertenezca, no se deje  utilizar por los bandidos que  aprovechan  nuestra dejadez e ignorancia, levantemos la bandera de la moralidad y exijamos nuestros derechos para que estos falsos moralistas no nos engañen nuevamente, no  permitamos  que personas tan corruptas,  o quizás mas corruptas, que los  cuestionados nos quiten la iniciativa para lograr una sociedad mas justa. 

Revise el prontuario de los acusadores antes de hacerle el juego en sus reclamos, tache a los indignos y aplauda y apoye con todas sus fuerzas a los que no han metido la mano y han defendido con hechos, no con palabras,  las  buenas costumbres.