En un país acostumbrado a la pomposidad, al derroche y la
vanidad, que un presidente electo se maneje con prudencia, sencillez y bajo perfil sorprende a muchos, en otros provoca incredulidad y para los que no han perdido la esperanza de ver cumplidas `parte de las expectativas creadas con la fundación del
Partido de la Liberación Dominicana, satisfacción.
A los mas escépticos la
conformación de la Comisión
de Transición del Presidente Electo Danilo Medina encabezada por Gustavo
Montalvo le comenzó a dar un aliento de
que algo bueno se esta cosiendo, la impronta
de Montalvo cuando ha estado en el gobierno no deja dudas de que las cosas caminaran como debe de ser.
También la ya
popular visita de un "contribuyente" de la campaña que quiso aprovechar la ocasión
para pasar facturas como es costumbre,
y la respuesta lo dejo estupefacto. Se le increpó que no se sabía que su
aporte era como negocio y que le sería devuelto en la medida
de lo posible. Un mensaje para los mercaderes de la política que a partir
de ese día se convirtieron en “patriotas”, porque sus aportes fueron una
contribución a la causa, aunque no estén
de acuerdo.
Otra señal la dio en su reciente viaje cuando encontró al
llegar a su destino a algunos trepadores no invitados, que se sacrificaron
pagando sus pasajes y solo recibieron una
mirada de indiferencia y la visita de alguien que les
comunicó que cualquier asunto debería ser tratado en dominicana. Suficiente para darse cuenta que habían cometido una imprudencia.
Danilo tiene la suerte de suceder a un Leonel Fernández que deja obras de infraestructura que le permiten al nuevo gobierno dedicarse a otras áreas sensibles que lo acerquen mas a los sueños de los hombres y mujeres que como Juan Bosch lucharon para que los dominicanos se dieran un gobierno dedicado a servir con equidad, que le permita a los hijos de “machepa” insertarse al desarrolo para educar a sus descendientes y romper las cadenas que los atan a la pobreza. Tengamos confianza..
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