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Santo Domingo, Distrito Nacional, Dominican Republic

domingo, 17 de febrero de 2013

Bahía de las Águilas, por fin


No hay dudas  que los que cuestionan la decisión del gobierno  por el caso de Bahía de las Águilas  tienen toda la razón en cuanto a la legalidad de la misma y, ¿por qué no?, al mal ejemplo en que se incurre al reconocer unos títulos  productos de un fraude, aunque en los tribunales todavía no se ha dilucidado el caso definitivamente.


¿Como se pueden reconocer esos títulos,  y consecuentemente  a sus propietarios, si la mayoría de los dominicanos, incluyendo al propio presidente Medina y todos los funcionarios que aprobaron la solución que se le  ha dado al conflicto,  están conscientes que  fueron adquiridos de manera dolosa?  

Entre los argumentos que se esgrimen para justificar esta decisión es que hasta que un tribunal no se pronuncie definitivamente los tirulos son valederos, no importa la forma como fueron adquiridos, el hecho cierto es que son títulos reales y solo la justicia puede anularlos  y resolver esa litis de la manera que según los que protestan, sería la correcta.

Para cuando llegue una decisión como esa no habrá nadie en Pedernales, los que necesitan que esa zona despegue no pueden esperar, ni tampoco los potenciales inversionistas. Había que resolver y  Medina se ha  inclinado por el mal menor:  reconocer a los dueños de los títulos  dándole un 45% de las ventas de esos terrenos.

El presidente Danilo Medina esta apostando al futuro con esa decisión. Se la esta jugando todas, pero nadie se ha atrevido a mencionar corrupción ni malos manejos,  y eso demuestra que se tiene confianza a el y en su equipo, que bien podrían estar equivocados, pero  tratando de resolver un problema de antaño.

Es una  medida trascendental, valiente, que demuestra que contamos con un presidente con determinación, que sabe lo que tiene entre sus manos. La responsabilidad de asumir las consecuencias, principalmente mediáticas. debe marcar un hito fundamental en la manera de gobernar éste país.  Cuando en el futuro veamos  los resultados de esta medida será cuando  comprenderemos la verdadera dimensión de la misma. 

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