Tres periodos
presidenciales crean indefectiblemente sentimientos encontrados en cualquier sociedad. Los que se beneficiaron  del gobierno, incluyendo a los que se identifican políticamente y los que
observaron desde las gradas  sin participar
de las ventajas del poder,  ni mucho menos simpatizaban con el mismo.  
Pero existe otro grupo que puede estar o no influenciado por
esos motivos, son los resentidos sociales, aquellos que  están inconformes siempre.
Personajes que no le conceden  absolutamente nada bueno a nadie,  porque de hacerlo  no tendrían  razones para quejarse y justificar ante sus acólitos sus fracasos y devaneos.
Sin entrar en el fondo de las acusaciones,    ni convertirnos en  defensores de Leonel Fernández,
que bastantes defensores debe tener como ex mandatario y  presidente
del partido  mas organizado del país que ostenta
 en el poder en estos momentos, creemos
que Fernández debería de estar agradecido, principalmente de Guillermo Moreno,
por esos cuestionamientos. 
¿Por qué decimos esto?  Porque Moreno fue parte de uno de sus gobiernos,  porque su hijo fue favorecido por la
fundación que su padre cuestiona y porque su esposa ha ocupado cargos importantes en el estado por su capacidad, pero también porque ha contado  con el beneplácito de Fernández.
Aunque esto no  descalifica  a Moreno como acusador.
Pero asumamos que las intenciones de Moreno son buenas,  que
buscan adecentar la política vernácula,   ustedes se imaginan lo poco que sonaría un Leonel opacado por las ejecutorias del actual gobierno si estos sectores no lo
mantuvieran en la palestra pública con esos ataques, mas bien, cualquiera podría
pensar que en vez de ser contrarios están en componenda con Fernández o que  son tontos útiles.. 

 
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