miércoles, 31 de julio de 2013

Desidia Sabanetera



Dos acontecimientos recientes,  la construcción de la Gallera y la paralización del puente sobre el río Cana, han servido para recordar la dolorosa conclusión a la que llegamos cuando vivíamos en nuestra hermosa tierra: ¡No nos hacen caso porque no nos valoramos!

Desde que se paralizó  la carretera Martín Garciá-Guayubin en los primeros gobiernos del Doctor Joaquín Balaguer, para poner solo un ejemplo,  nunca  hemos sido   capaces de obligar  a ningún gobierno, de los tres partidos, para que nos terminen esa obra, una  prueba irrefutable de que nadie, ni autoridades, ni políticos,  ni ciudadanos, vivan o no en el pueblo, hemos servido para nada, solo criticamos y nos dividimos. No hay objetivos ni propósitos comunes.

Si nos propusiéramos borrar esa imagen de sumisos y  nos dedicáramos  a construir un proyecto provincial, con los tres municipios trabajando,  desasiéndonos de regionalismos inútiles, propondría  que comencemos  por exigir que se construya  la carretera Martín García para borrar esa vergüenza de tener más de cuarenta años esperando que alguien termine esa obra.


Despertemos, dejemos de ser tan ingenuos, nuestros descendientes no nos perdonaran tanta falta de coraje, o dejemos de llamarnos “Cuna de la Restauración”, para no ofender a los que si se fajaron por lo que creían. 

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