Si a alguien que conozca la presa de Moncion le dijeran que en el municipio que dio el nombre y el agua a esa presa hay que bañarse con jarritos y cubetas, no lo creería, pero esa es la penosa realidad que padecen los pobladores de esa laboriosa comunidad dipositaria de tanta agua.
Aun así los moncioneros se sienten orgullos porque desde sus tierras sale el agua que le da vida a tanta gente e irriga tanta tierra, pero tambien se sienten burlados y con dolor claman porque las autoridades competentes se acuerden que ellos también tienen derecho y merecen disfrutar del servicio de agua potable que les permita vivir con dignidad.
"El que tiene sed busca el agua", es un dicho muy popular, los moncioneros tienen el agua, pero les falta que las autoridades juegen el rol que tienen que jugar y construyan las obras necesarias para para que el preciado liquido también les lleve felicidad.
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