Los acuciantes problemas del pueblo dominicano y las
reiteradas ocasiones que ha sido engañado lo ha envuelto en un manto de pesimismo, llevándolo a
no creer en nadie ante el fracaso de una clase política y empresarial que, como
parte de esa sociedad, se ha dedicado también a resolver sus problemas particulares. Ese modelo se ha venido repitiendo desde los inicios de
nuestra nación y tiene mucho que ver con las carencias e inseguridades de
aquellos hombres y mujeres que empezaron
a poblar esta tierra.
Afortunadamente en la clase empresarial
han aparecido nuevas caras, ahora las empresas son dirigidas por los
descendientes de aquellos inmigrantes, jóvenes que aunque no deniegan las nacionalidades de sus
padres, son dominicanos y crecieron sin el
temor de sus padres que tenían que estar preparados para emigrar en cualquier momento por la turbulencias sociales de aquellos tiempos. Esta nueva generación de dominicanos, que es extranjera en
otras tierras, esta obligada a enfrentar los vicios que han impedido desarrollarnos. Esos hombres y mujeres que tienen mucho que perder están cambiando el país sin que la mayoría
de los dominicanos se de cuenta.
Las viejas practicas políticas comienzan a desaparecer, los concursos para que cualquier ingeniero, sin importar el linaje, pueda ganar una obra, es parte de ese cambio .La forma como se desarrollan las actividades del presidente demuestran que estamos asistiendo a final del un modelo que endiosaba a los gobernantes. Que se impusiera el 4% a la educación. la tanda única y las Estancias Infantiles con desayuno, comida y merienda, es parte de esa revolución, ahora las madres pobres, principalmente las solteras, podrán trabajar mientras sus hijos están bien cuidados y alimentados recibiendo educación para que puedan romper las cadenas que los ata a la pobreza desde siempre.
Hay muchas otras señales que indican que estamos
cambiando. Todavía no se puede cantar victoria, cambiar lo viejo por lo nuevo
nunca ha sido fácil, pero manténgase atento para que no sea de los últimos en volverse
optimista, ni se deje embaucar por algunos de esos lideres, de todos los partidos, que ahora quieren meter a todo el mundo en el
mismo saco. De nuestra clase política,¡Sí,
de esa que tanto daño nos ha causado! es que saldrán los que resarcirán a
los dominicanos, Cada sociedad pare sus gobernantes y los dominicanos no
somos la excepción.
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