
En República Dominicana sin importar que se trate de un negocio ligado a la agroindustria, a la manufactura o al turismo, nadie quiere quedarse solo en un mundo tan exigente y cambiante.
En el caso, por ejemplo, de las micro, pequeñas y medianas empresas lo aconsejable en estos momentos es que entren en cadenas de asociatividad como forma de producir a mayor escala y con costos más bajos.
De paso, pueden competir con más facilidad a nivel de precios con otros países cuando logran juntas una calidad estandarizada.
Los clusters o conjuntos asociativos de producción no son necesariamente un fenómeno nuevo en este país, pero sí se expanden cada día como la verdolaga arropando o uniendo a los miembros de un mismo sector para conseguir mejores resultados. Los números hablan ya por sí solos en ese sentido.
Para el 2003 desde el territorio dominicano salían al exterior alrededor de 40 contenedores de mango, el año pasado la cantidad se elevó a 200, lo que representa unos 4.5 millones de dólares anuales, gracias a que los productores de ese rubro se apresuraron a juntarse, a formar su propio cluster.
Según un inventario realizado para el 2006 República Dominicana tenía más 1,014 productores de mango, de ellos hay registrados en el cluster unos 500. Las fincas sembradas pasan de 52 mil.
Para los cultivadores de mango el mercado europeo se ha ido abriendo, igual que el norteamericano y el japonés, este último que luego de tener por años prohibida la entrada de frutas de aquí, lo permite desde este año.
“Cuando los productores se organizan y manejan información consiguen más fácil lo que buscan”, opina el presidente del Cluster de Mango, Rafael Leger.
De otros rubros cultivados bajo ambiente controlado (invernaderos) se prevé que las exportaciones -vía cluster- solo al mes de octubre de este año alcancen los US$43 millones, pero si se instalan una serie de estructuras y de zonas francas el número pudiera subir a más de US$110 millones.
Pero la revolución de los cluster ha provocado también una reacción gubernamental y una fuerte motivación por el tema de la oferta exportable.
El director ejecutivo del Centro de Innovación y Competitividad Industrial (Proindustria), Rubén Bichara, asegura que esa institución trabaja en estos momentos con una organización de vegetales chinos en La Vega. También ha puesto en su agenda a cultivadores de zapote.
Incluso, la institución dispuso ya de una de las edificaciones de la zona franca de La Vega para que se instale el primer centro para empaque y manejo de los vegetales para exportación.
En eso hay involucrado cerca de 150 productores de la zona. Proindustria trabaja también con un cluster textil, pero en este caso de pantalones jeans. Para ello habilita un espacio en la antigua Zona Franca de Los Mina, que se llamaría Villa jeans.
El lugar tiene ya montada toda la estructura, pero no ha avanzado a la velocidad que quiere Proindustria porque faltan recursos. Según Bichara el proyecto se lleva de 10 a 12 millones de pesos terminarlo y hay una población de aproximadamente 190 talleres textiles que formaría el conjunto productivo Villa Jeans.
Pero también está el parque La Canela, en Santiago en el cual podrían trabajar unas 22 asociaciones de pequeñas y medianas industrias agrupadas en cadenas productivas. Este está detenido porque faltan unos 8 millones de pesos para poner todo en funcionamiento, dijo el titular de Proindustria.
“Si tuviéramos disponibles 90 millones de pesos estuvieran en funcionamiento los cluster que en términos de conceptualización están prácticamente listos”, apuntó.
En tierras extranjeras, principalmente en Estados Unidos, disfrutan cada año el sabor de 105 mil quintales de casabe que exporta el Cluster de Yuca y Casabe de RD, lo que representa 3.5 millones de unidades de diferentes tamaños. Esa cantidad es el 25% de la producción total y el resto se queda en el país.
El presidente de la organización, Nicolás Almonte, calcula que esos envíos equivalen a US$1.5 millones. En el cluster hay 20 fabricantes, pero la membresía envuelve a 105 personas.
Se trata del primer grupo de casabe con incidencia en Monción y Santiago Rodríguez, en la Línea Noroeste, pero también con fábricas en la capital. Producir un paquete de casabe implica un promedio de 22 pesos.
La mayor cantidad de piña exportada desde RD se produjo 12 ó 13 años atrás por la empresa Dole, pero en estos momentos apenas el envío al exterior es de 20 o 30 contenedores anuales, lo cual representa unos US$300 mil.
El Conjunto Productivo de Piña está intentando revertir la situación y volver a los mejores tiempos. Sus integrantes, según expuso su presidente, Mario Velásquez, están cultivando las variedades Pan de Azúcar, la Cayena Liza o Francesa, que es la tradicional y la Golden o Dorada, que es la que quiere el mercado internacional.
También están enfocados en varias vertientes. Una de ellas ha sido la captación de tierras bajo el régimen de arrendamiento, pertenecientes al Consejo Estatal del Azúcar, que estaban baldías.
A la fecha al cultivo de piña se han incorporado más de 20 mil tareas y se han realizado labores de promoción en el exterior, con el desarrollo de misiones comerciales en tierras extranjeras.
Por Martín Polanco
El Caribe
11 de Jul 2009 12:00 AM
En el caso, por ejemplo, de las micro, pequeñas y medianas empresas lo aconsejable en estos momentos es que entren en cadenas de asociatividad como forma de producir a mayor escala y con costos más bajos.
De paso, pueden competir con más facilidad a nivel de precios con otros países cuando logran juntas una calidad estandarizada.
Los clusters o conjuntos asociativos de producción no son necesariamente un fenómeno nuevo en este país, pero sí se expanden cada día como la verdolaga arropando o uniendo a los miembros de un mismo sector para conseguir mejores resultados. Los números hablan ya por sí solos en ese sentido.
Para el 2003 desde el territorio dominicano salían al exterior alrededor de 40 contenedores de mango, el año pasado la cantidad se elevó a 200, lo que representa unos 4.5 millones de dólares anuales, gracias a que los productores de ese rubro se apresuraron a juntarse, a formar su propio cluster.
Según un inventario realizado para el 2006 República Dominicana tenía más 1,014 productores de mango, de ellos hay registrados en el cluster unos 500. Las fincas sembradas pasan de 52 mil.
Para los cultivadores de mango el mercado europeo se ha ido abriendo, igual que el norteamericano y el japonés, este último que luego de tener por años prohibida la entrada de frutas de aquí, lo permite desde este año.
“Cuando los productores se organizan y manejan información consiguen más fácil lo que buscan”, opina el presidente del Cluster de Mango, Rafael Leger.
De otros rubros cultivados bajo ambiente controlado (invernaderos) se prevé que las exportaciones -vía cluster- solo al mes de octubre de este año alcancen los US$43 millones, pero si se instalan una serie de estructuras y de zonas francas el número pudiera subir a más de US$110 millones.
Pero la revolución de los cluster ha provocado también una reacción gubernamental y una fuerte motivación por el tema de la oferta exportable.
El director ejecutivo del Centro de Innovación y Competitividad Industrial (Proindustria), Rubén Bichara, asegura que esa institución trabaja en estos momentos con una organización de vegetales chinos en La Vega. También ha puesto en su agenda a cultivadores de zapote.
Incluso, la institución dispuso ya de una de las edificaciones de la zona franca de La Vega para que se instale el primer centro para empaque y manejo de los vegetales para exportación.
En eso hay involucrado cerca de 150 productores de la zona. Proindustria trabaja también con un cluster textil, pero en este caso de pantalones jeans. Para ello habilita un espacio en la antigua Zona Franca de Los Mina, que se llamaría Villa jeans.
El lugar tiene ya montada toda la estructura, pero no ha avanzado a la velocidad que quiere Proindustria porque faltan recursos. Según Bichara el proyecto se lleva de 10 a 12 millones de pesos terminarlo y hay una población de aproximadamente 190 talleres textiles que formaría el conjunto productivo Villa Jeans.
Pero también está el parque La Canela, en Santiago en el cual podrían trabajar unas 22 asociaciones de pequeñas y medianas industrias agrupadas en cadenas productivas. Este está detenido porque faltan unos 8 millones de pesos para poner todo en funcionamiento, dijo el titular de Proindustria.
“Si tuviéramos disponibles 90 millones de pesos estuvieran en funcionamiento los cluster que en términos de conceptualización están prácticamente listos”, apuntó.
En tierras extranjeras, principalmente en Estados Unidos, disfrutan cada año el sabor de 105 mil quintales de casabe que exporta el Cluster de Yuca y Casabe de RD, lo que representa 3.5 millones de unidades de diferentes tamaños. Esa cantidad es el 25% de la producción total y el resto se queda en el país.
El presidente de la organización, Nicolás Almonte, calcula que esos envíos equivalen a US$1.5 millones. En el cluster hay 20 fabricantes, pero la membresía envuelve a 105 personas.
Se trata del primer grupo de casabe con incidencia en Monción y Santiago Rodríguez, en la Línea Noroeste, pero también con fábricas en la capital. Producir un paquete de casabe implica un promedio de 22 pesos.
La mayor cantidad de piña exportada desde RD se produjo 12 ó 13 años atrás por la empresa Dole, pero en estos momentos apenas el envío al exterior es de 20 o 30 contenedores anuales, lo cual representa unos US$300 mil.
El Conjunto Productivo de Piña está intentando revertir la situación y volver a los mejores tiempos. Sus integrantes, según expuso su presidente, Mario Velásquez, están cultivando las variedades Pan de Azúcar, la Cayena Liza o Francesa, que es la tradicional y la Golden o Dorada, que es la que quiere el mercado internacional.
También están enfocados en varias vertientes. Una de ellas ha sido la captación de tierras bajo el régimen de arrendamiento, pertenecientes al Consejo Estatal del Azúcar, que estaban baldías.
A la fecha al cultivo de piña se han incorporado más de 20 mil tareas y se han realizado labores de promoción en el exterior, con el desarrollo de misiones comerciales en tierras extranjeras.
Por Martín Polanco
El Caribe
11 de Jul 2009 12:00 AM

 
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