
Los hombres se conocen por su trayectoria, por las huellas que van dejando por donde caminan y donde habitan, esas huellas si son impresas pensando en el bienestar común, son las que permiten ganarse el respeto y la credibilidad de sus semejantes y les dan la autoridad moral para posicionarse en su comunidad como lideres y representantes legítimos del área al cual han dedicados sus mayores esfuerzos.
Es de esta manera como sucede en cualquier sociedad en la que los principios y los valores familiares y morales se respetan, donde los problemas comunitarios motorizan los reclamos de sus ciudadanos y no la intervención de grupos cuyos intereses cambian según la conveniencia, aunque existen grupos ciertamente interesados en que las cosas funcionen, pero muchas veces no logran entender que son usados para la consecución de propósitos ulteriores.
No recuerdo haber visto a los ambientalistas que defienden a raja tabla la integridad de los Haitises haberse opuesto a la construcción de la carretera Santo Domingo-Samaná, cuya trocha cercenó el corazón mismo de esa reserva natural, con la insistencia que han enfrentados ahora la construcción de la cementera en las cercanías de ese parque.
No queremos entrar en asuntos técnicos ni de conveniencia o no de dicho proyecto, sino mas bien destacar la forma que los intereses obscurecen a ciertos sectores que, aprovechando la ignorancia del pueblo y siguiendo lineamientos políticos oportunistas, intentan desacreditar a hombres cuya hoja de servicios están llenas de heroísmos y entrega desinteresada, comprometidos hasta el tuétano con lo mejores intereses de los dominicanos.
Si nos adentramos en la historia reciente de nuestro país, en la etapa que esta transcurriendo y buscamos hacer un perfil de las personas o grupos de esta generación que se acerquen mas a lo que pudiera enmarcarse como defensores del medio ambiente, estamos seguros que los hombres que hoy dirigen la política medio ambiental del país estarían entre los mejores calificados, pasarían la prueba con buenas notas y, por el contrario, aquellos que cuestionan a este grupo, repetirían el curso indefectiblemente y tendrían que aprender algunas otras lecciones relacionadas con la honorabilidad y la pulcritud en la vida cotidiana.
En este país no hay mejor referente para hablar de medio ambiente que Quisqueya Verde, y los hombres que concibieron y pusieron en marcha este proyecto, que han embellecido toda la geografía nacional e impactando positivamente en la preservación de los recursos naturales, se han ganado la credibilidad que sus actuaciones les han proporcionado para que el pueblo dominicano deposite en ellos la confianza para determinar lo viabilidad o no de la cementera en las cercanías de los Haitises.
Jaime David Fernández Mirabal de seguro ha recibido una gran decepción por la forma inmisericorde que estos sectores los han tratado y enfrentado, a lo mejor nunca espero esto, pero esos sectores son así de incomprensibles, radicales e incoherentes, y no respetan la historia ni a sus protagonistas porque saben que no serán nunca parte de ella.

 
No hay comentarios.:
Publicar un comentario