
Atónitos quedaron los habitantes de un principado de oriente ante la repentina compra de un edificio que había sido propiedad de una multinacional importante, ésta se habían mudado a instalaciones mucho mas modernas, preparadas para los nuevos tiempos donde las exigencias y competitividad requerían de un ambiente que el viejo edificio no les podía ofrecer, el pueblo se preguntaba las razones por las cuales las autoridades habían optados por esta edificación para ser usadas como sede de lo que deberían ser unas modernas oficinas de aduanas en medio de un proceso de globalización, que los conminaba a ponerse a la altura de las otras naciones de la región, del continente, y del mundo.
Se daba por descontado cualquier acto doloso, la seriedad del encargado de esa agencia estatal estaba harto comprobada, tanto su carrera política, como la de administrador en el sector privado y en el principado, era diáfana, todo un ejemplo, entonces, ¿Cuáles razones tendría para adquirir dicho inmueble? Ese era el enigma.
Paso el tiempo y el misterio continuaba, se mudaron las instalaciones de aduana, se comprobó que el edificio se podía adaptar a las exigencias para que funcionara esta agencia estatal, pero en silencio todavía mucha gente se preguntaba, ¿por qué un edificio viejo para un proyecto moderno?
Tiempo después, parece que la suerte política le llegó al señor que vendió el edificio donde ahora funcionaban las oficinas de aduanas, y éste le gano la candidatura del partido mayoritario opositor a una señora ex vice-presidente, y con ella a todo un grupo de dirigentes históricos, y la gente comenzó a pensar que tal vez, desde el principado de la nación, se le quiso dar una manita al ganador de la candidatura con la compra del edificio, pero de eso no había ningún indicio.
El ahora orondo candidato opositor que había vendido el edifico aquel, enfrentaba al príncipe que buscaba la reelección al puesto por un período de cuatro años más. Las elecciones se realizarían en poco tiempo, y el pueblo comentaba por debajo la coincidencia de que éste señor, que le decían Kiki el que resuelve, después que le compraron el edificio, se enfrentaba al príncipe que le había ayudado a salir del inmueble.
Se reeligió el príncipe, Kiki quedo en segundo lugar, pero esta contienda le permitió erigirse como líder de su partido, el señor que le compraron el edificio aquel se convirtió en líder principal de la oposición, y la población, todavía después de tanto tiempo, seguía sin entender las razones de esa negociación.
El príncipe, que era un hombre innovador, se propuso reformar las normas que regían al principado y encontró muchos escollos dentro de su propia corte, la situación parecía insalvable, había una resistencia tozuda, y si el príncipe fracasaba en esta reforma, no podría optar jamás al puesto. Los líderes que se oponían en la corte pensaron que lo tenían acorralado, las intenciones del príncipe iban a sucumbir por no contar con la mayoría que se necesitaba para aprobar sus reformas, entonces un día, temprano, el señor que le compraron el edificio aquel, orgulloso porque se le estaba dando la oportunidad para demostrar que era un interlocutor verdadero, un opositor de los nuevos tiempos, que creía en el dialogo, pactó con el príncipe, se resolvió lo de la reforma, el pueblo entendió que las razones para ese pacto eran valederas y progresistas, que servirían para un nuevo marco constitucional mucho mas avanzado, acorde con los nuevos tiempos, pero seguía sin entender ¿Por qué le compraron el edificio aquel?
Se daba por descontado cualquier acto doloso, la seriedad del encargado de esa agencia estatal estaba harto comprobada, tanto su carrera política, como la de administrador en el sector privado y en el principado, era diáfana, todo un ejemplo, entonces, ¿Cuáles razones tendría para adquirir dicho inmueble? Ese era el enigma.
Paso el tiempo y el misterio continuaba, se mudaron las instalaciones de aduana, se comprobó que el edificio se podía adaptar a las exigencias para que funcionara esta agencia estatal, pero en silencio todavía mucha gente se preguntaba, ¿por qué un edificio viejo para un proyecto moderno?
Tiempo después, parece que la suerte política le llegó al señor que vendió el edificio donde ahora funcionaban las oficinas de aduanas, y éste le gano la candidatura del partido mayoritario opositor a una señora ex vice-presidente, y con ella a todo un grupo de dirigentes históricos, y la gente comenzó a pensar que tal vez, desde el principado de la nación, se le quiso dar una manita al ganador de la candidatura con la compra del edificio, pero de eso no había ningún indicio.
El ahora orondo candidato opositor que había vendido el edifico aquel, enfrentaba al príncipe que buscaba la reelección al puesto por un período de cuatro años más. Las elecciones se realizarían en poco tiempo, y el pueblo comentaba por debajo la coincidencia de que éste señor, que le decían Kiki el que resuelve, después que le compraron el edificio, se enfrentaba al príncipe que le había ayudado a salir del inmueble.
Se reeligió el príncipe, Kiki quedo en segundo lugar, pero esta contienda le permitió erigirse como líder de su partido, el señor que le compraron el edificio aquel se convirtió en líder principal de la oposición, y la población, todavía después de tanto tiempo, seguía sin entender las razones de esa negociación.
El príncipe, que era un hombre innovador, se propuso reformar las normas que regían al principado y encontró muchos escollos dentro de su propia corte, la situación parecía insalvable, había una resistencia tozuda, y si el príncipe fracasaba en esta reforma, no podría optar jamás al puesto. Los líderes que se oponían en la corte pensaron que lo tenían acorralado, las intenciones del príncipe iban a sucumbir por no contar con la mayoría que se necesitaba para aprobar sus reformas, entonces un día, temprano, el señor que le compraron el edificio aquel, orgulloso porque se le estaba dando la oportunidad para demostrar que era un interlocutor verdadero, un opositor de los nuevos tiempos, que creía en el dialogo, pactó con el príncipe, se resolvió lo de la reforma, el pueblo entendió que las razones para ese pacto eran valederas y progresistas, que servirían para un nuevo marco constitucional mucho mas avanzado, acorde con los nuevos tiempos, pero seguía sin entender ¿Por qué le compraron el edificio aquel?

No hay comentarios.:
Publicar un comentario