
Cuando escuchábamos hablar de los procesos históricos, de cómo los acontecimientos han marcado a la humanidad, nunca imaginamos lo que pensaban los protagonistas, los pueblos que fueron testigos y actores de estos, si sabían los franceses, por ejemplo, lo que significaría su revolución para el futuro del mundo o si los Ingleses conocían que su sacrificio soportando los bombardeos en la segunda guerra mundial, era un preámbulo de años de progreso y de paz, o muy por el contrario, si desconocían los resultados que arrojarían estos sucesos históricos.
Traemos esto a colación por lo que esta pasando en la sociedad dominicana, por el proceso que estamos viviendo, la condición que se esta dando luego del pacto Miguel-Leonel, cómo hemos logrado conciliar a favor de los mejores intereses de la nación, cómo estamos siendo testigos de uno de los cambios políticos mas importantes de los últimos años, o a lo mejor, de toda la historia dominicana(el tiempo se ocupará de colocar en su justa dimensión estos acontecimientos), pero de lo que pueden estar seguro es que estos eventos marcaran para siempre el curso de la nación dominicana.
Sin darnos cuenta se nos hizo realidad un sueño, nos hemos despertados en un ambiente que todos anhelábamos, pero creíamos irrealizable, nunca pensamos que seríamos testigos de un acontecimiento donde la clase política mayoritaria, el liderazgo principal de la nación, se sentaría a buscar y pactar pensando en los mejores intereses del país, que lo pactado se llevaría al congreso y que en el congreso las cúpulas partidarias, unidas en los propósitos, impondrían los acuerdos a aquellos que todavía no han logrado entender, como es lógico, el proceso que estamos viviendo.
De repente han desaparecidos las tendencias en los partidos, salvo los naturales resabios, estamos asistiendo a un proceso donde la sensatez se esta imponiendo y el protagonismo personal ha cedido ante la realidad de los hechos, estamos en una transición inesperada entre una clase política movida por los intereses personales y grupales, carentes de principios y clientelista, empujada por la mediocridad existente, negadora de los principios morales e insensible a los problemas sociales y comunitarios, y otra clase compuesta por un grupo de hombres que está escribiendo una bella página en la historia dominicana, que ha entendido el papel que les corresponde jugar en este momento, que ha oído el llamado histórico y esta interpretando a una sociedad merecedora de mejor suerte.
Habrán críticos, algunos por desconocimiento, y los más porque saben que esta llegando el tiempo de las ideas y los principios, que el clientelismo que llevo a estamentos de poder y al Congreso Nacional a delincuentes, violadores y a otros que ni siquiera saben expresarse en español, está terminando.
Traemos esto a colación por lo que esta pasando en la sociedad dominicana, por el proceso que estamos viviendo, la condición que se esta dando luego del pacto Miguel-Leonel, cómo hemos logrado conciliar a favor de los mejores intereses de la nación, cómo estamos siendo testigos de uno de los cambios políticos mas importantes de los últimos años, o a lo mejor, de toda la historia dominicana(el tiempo se ocupará de colocar en su justa dimensión estos acontecimientos), pero de lo que pueden estar seguro es que estos eventos marcaran para siempre el curso de la nación dominicana.
Sin darnos cuenta se nos hizo realidad un sueño, nos hemos despertados en un ambiente que todos anhelábamos, pero creíamos irrealizable, nunca pensamos que seríamos testigos de un acontecimiento donde la clase política mayoritaria, el liderazgo principal de la nación, se sentaría a buscar y pactar pensando en los mejores intereses del país, que lo pactado se llevaría al congreso y que en el congreso las cúpulas partidarias, unidas en los propósitos, impondrían los acuerdos a aquellos que todavía no han logrado entender, como es lógico, el proceso que estamos viviendo.
De repente han desaparecidos las tendencias en los partidos, salvo los naturales resabios, estamos asistiendo a un proceso donde la sensatez se esta imponiendo y el protagonismo personal ha cedido ante la realidad de los hechos, estamos en una transición inesperada entre una clase política movida por los intereses personales y grupales, carentes de principios y clientelista, empujada por la mediocridad existente, negadora de los principios morales e insensible a los problemas sociales y comunitarios, y otra clase compuesta por un grupo de hombres que está escribiendo una bella página en la historia dominicana, que ha entendido el papel que les corresponde jugar en este momento, que ha oído el llamado histórico y esta interpretando a una sociedad merecedora de mejor suerte.
Habrán críticos, algunos por desconocimiento, y los más porque saben que esta llegando el tiempo de las ideas y los principios, que el clientelismo que llevo a estamentos de poder y al Congreso Nacional a delincuentes, violadores y a otros que ni siquiera saben expresarse en español, está terminando.
Las circunstancias que les permitieron quebrantar desde los partidos políticos las normas de convivencia y las buenas costumbres, han acabado, nuevos aires de esperanza y de progreso se están sintiendo, los que creíamos que ésta generación estaba fracasando, felizmente nos equivocamos, ha llegado la hora para resarcir los entuertos, fortalecer lo principios y restaurar los valores de los dominicanos, de todos. 

 
No hay comentarios.:
Publicar un comentario