A pesar de las burlas y las comparaciones

Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos.Thomas Carlyle


En la ciudad habían varios clubes sociales, el club de los Claros, con mas de cincuenta años, que se había convertido en una forma de vivir, era todo un sentimiento social, el pionero en libertad, porque la sociedad había estado obligada a asistir al club oficial, que era el único que existía y en el cual convivían los Colorados y sus aliados.

También estaba el Púrpura que se había desprendido del Claro por razones de disciplina y de educación, pues el fundador y guía de los Claros, que también fundó los Púrpuras, cría que se debían preparar los socios del club para que sirvieran de ejemplo a la población y para que pudieran dirigir la sociedad con conocimientos de su realidad.

Los miembros de lo Claros se burlaban de los Púrpuras por su empeño en aprender y su postura, que mas bien, al decir de ellos y de los Colorados, parecían Testigos de Jehová, que aunque no era ninguna ofensa, se quería hacer un similitud entre ellos y lo Púrpuras por su disciplina y su dedicación a las cosas que les incumbían a su club.

Pasaron muchos años y cambios de dirección en los clubes, murieron parte de los fundadores y la sociedad terminó prefiriendo a los que se habían preparados, a los Púrpuras. Los Claros están intentando reorganizar su club y han encontrados escollos, parecen haber resistencia a esos cambios, mientras la sociedad se ha alejado poco a poco de ellos y de los Colorados después de burlarse por tanto tiempo de los Púrpuras a quienes despectivamente les llamaban Logia.

Aprender y poner en practica lo que se aprende, conlleva a resultados, que aunque no sean los esperados, son mucho mejores que los superados. El tiempo terminó dándole la razón a los que se prepararon para dirigir de una manera sigilosa y con una directiva compacta, donde los intereses de la sociedad eran los que primaban en sus decisiones, mientras los Claros siguen luchado por agruparse en torno a su nueva directiva y los Colorados siguen divididos, aunque continúan siendo los que representan la vieja guardia. Los que se prepararon, los que soportaron desprecios, los que se mantuvieron unidos en las ideas, en el respeto entre ellos, terminaron imponiéndose y consiguiendo la mayor cantidad de socios, a pesar de las burlas y las comparaciones.


Las grandes obras son hechas no con la fuerza, sino con la perseverancia.

Samuel Johnso