Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea.
Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense
Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense
José Tomás Pérez ha recorrido el país postulando sus ideas y demostrando sus condiciones por mucho tiempo, ha creado un perfil envidiable con sus actuaciones entre los miembros de su partido, con más arraigo en los de oposición y sobre todo en la clase silente, aquellos que no se identifican públicamente con ninguno de los partidos.
Ha tenido la sapiencia de entender el momento que vive la nación, replegándose como los grandes guerreros a esperar su oportunidad sin exponerse demasiando, pero manteniendo firme su posición, su carácter, sus pronunciamientos, su objetividad, pregonado con el ejemplo sus dotes de gerente y de político.
En su paso por el Senado, José Tomás pudo demostrar que la teoría y la practica, el hablar y el hacer, pueden andar de la mano, que es posible ofrecer y cumplir, que los hombres que se respetan, lo hacen sin importar las posiciones donde se encuentren, que es un mito eso de que una cosa es cuando se aspira y otra es cuando se llega.
Los empresarios encontraron en José Tomás un interlocutor capaz, comprometido con los mejores intereses de éstos sin desmedro de la posición que lo ha colocado en un sitial preferencial en la clase desposeída, que confían en él y tienen la esperanza de que José Tomás Pérez podría finalmente completar la obra que inició Don Juan y que ha continuado Leonel.
Reivindicar a los “hijos de machepa” es el sueño de todo Boschista, de todo Peledeísta, y solo se logrará cuando se puedan romper las cadenas que los atan a la pobreza, que cada familia tenga la oportunidad de ver a sus hijos lograr una carrera o profesión que le sirva de puente entre la miseria de sus progenitores y el bienestar de sus descendientes. Esta ha sido una de las preocupaciones principales de José Tomás, incentivar la educación en el corazón mismo de nuestros barrios más castigados por la falta de oportunidades.
El intelecto, la agudeza y la paciencia son tres virtudes que conducen al éxito. El hombre que no entiende su realidad termina en el zafacón de la historia. Quienes se desesperan jamás llegan, parece que José Tomás entiende esto y actúa en consecuencia, de ser así, el país puede tener esperanzas de que se producirá una sucesión sin traumas cuando sea necesaria, que el presidente Fernández sabrá escoger a quien tenga las condiciones que se necesitan para seguir la obra iniciada por los gobiernos del PLD, sin tropiezos, ni rencores, pensando en el bienestar de todos los sectores del país.
Ha tenido la sapiencia de entender el momento que vive la nación, replegándose como los grandes guerreros a esperar su oportunidad sin exponerse demasiando, pero manteniendo firme su posición, su carácter, sus pronunciamientos, su objetividad, pregonado con el ejemplo sus dotes de gerente y de político.
En su paso por el Senado, José Tomás pudo demostrar que la teoría y la practica, el hablar y el hacer, pueden andar de la mano, que es posible ofrecer y cumplir, que los hombres que se respetan, lo hacen sin importar las posiciones donde se encuentren, que es un mito eso de que una cosa es cuando se aspira y otra es cuando se llega.
Los empresarios encontraron en José Tomás un interlocutor capaz, comprometido con los mejores intereses de éstos sin desmedro de la posición que lo ha colocado en un sitial preferencial en la clase desposeída, que confían en él y tienen la esperanza de que José Tomás Pérez podría finalmente completar la obra que inició Don Juan y que ha continuado Leonel.
Reivindicar a los “hijos de machepa” es el sueño de todo Boschista, de todo Peledeísta, y solo se logrará cuando se puedan romper las cadenas que los atan a la pobreza, que cada familia tenga la oportunidad de ver a sus hijos lograr una carrera o profesión que le sirva de puente entre la miseria de sus progenitores y el bienestar de sus descendientes. Esta ha sido una de las preocupaciones principales de José Tomás, incentivar la educación en el corazón mismo de nuestros barrios más castigados por la falta de oportunidades.
El intelecto, la agudeza y la paciencia son tres virtudes que conducen al éxito. El hombre que no entiende su realidad termina en el zafacón de la historia. Quienes se desesperan jamás llegan, parece que José Tomás entiende esto y actúa en consecuencia, de ser así, el país puede tener esperanzas de que se producirá una sucesión sin traumas cuando sea necesaria, que el presidente Fernández sabrá escoger a quien tenga las condiciones que se necesitan para seguir la obra iniciada por los gobiernos del PLD, sin tropiezos, ni rencores, pensando en el bienestar de todos los sectores del país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario