Dondequiera que te encuentres sentirás la satisfacción del deber cumplido, de haber servido a los necesitados, de llevar esperanzas y alegrías a los hogares dominicanos, de haber denunciado con fortaleza y tesón, sin temor y con pasión, las cosas que la gente común no podía.
Enseñaste a defender la verdad a cualquier precio, que se debe ayudar a los humildes, con tus eternas luchas por aliviar los males que aquejan la sociedad, a pesar de las condiciones que te encontrabas en los últimos tiempos, estuviste siempre al lado de las mejores causas, sin perder la sonrisa cuando tenías que reír, y pelear cuando tenías que defender los mas nobles principios de nuestros fundadores.
Cuando contabilices si valió la pena dedicar toda tu vida a lo que hiciste en tu corto paso por éste mundo, te burlarás, de la forma jocosa que enseñaste, de las cosas que pretendías y no pudiste conseguir, pero de seguro lloraras de alegrías por todo lo que lograste con tus piques, que retumbaban en todas partes, cuando tenía que denunciar algún abuso, alguna barbaridad.
Sabrás, ahora que tienes tiempo para verlo con tranquilidad, que dejaste un ejército desorganizado, pero útil, que aprendió a defender y a exigir sus derechos gracias a tu ejemplo, que perdió el miedo al verte decirle al pan, pan y al vino, vino, sin importar las ronchas que pudiera causar.
Aunque la muerte causa llanto y dolor, en tu caso también se mezcla con la satisfacción de verte marchar con la entereza, con el valor, con la misma sonrisa de siempre. Nos sentimos orgullosos porque tu acrisolada carrera ha llegado a su final sin decepcionar a los tuyos y a todo un país que te siguió, que buen ejemplo le has dado a la nación, demostraste que se puede hablar y hacer, muchas gracias Freddy por haber sido como fuiste.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario