¿Qué conviene al PRD?

El Partido Revolucionario Dominicano se jugará su futuro en el proceso convencional en el que competirán Hipólito Mejía y Miguel Vargas, el subalterno, hoy presidente del partido, y el superior, quién aspira nuevamente. Cuál será el desenlace? Si gana Miguel, el grupo de Hipólito lo apoyará? Y si gana Hipólito lo hará el de Miguel?

Si Miguel derrota a Hipólito, dejará en éste el amargo sabor de ser vencido por quién trabajó bajo sus órdenes, por el Secretario de Obras Pública de los cuatro años de su gobierno, por quién debió guardarle respeto y agradecimiento. No le será muy fácil digerir semejante situación al guapo de Gurabo, aun conociendo la practicidad con la que se maneja.

Y si Hipólito derrota a Miguel estará venciendo al presidente del partido, al empresario y millonario, al ego y al orgullo que nunca se manejan por realidades. También derrotará la disidencia de su grupo, los que abandonaron el barco que ahora lo enfrentan desde el litoral de Miguel y les sería muy difícil volver a ponerse bajo las ordenes de Hipólito después de despotricar innecesariamente de su antiguo patrón.

Qué conviene al PRD?

La posibilidad de competir dependen de la unidad y ésta no se conseguirá si se baten en la contienda prevista para marzo, alguien debe deponer sus aspiraciones y de los que compiten el que puede esperar es Miguel.

Si la grandeza se apodera de Miguel y desiste a favor del otrora mandatario, proponiendo un pacto que le asegure la candidatura del 2016 y la permanencia como presidente de su partido, estaremos ante el nacimiento de un liderazgo nuevo, con muestras de desprendimiento y sabiduría, que no se deja llevar por aduladores, con la paciencia y sensatez que exigen los momentos difíciles.

De esa manera podría el PRD ganarse la confianza para realizar las alianzas que se necesitan para poder competir con cierta posibilidad, recuerden que ni siquiera José Francisco Peña Gómez pudo llegar al 50+1 que se necesita en el sistema electoral dominicano. Esperemos.