El transfugismo esta dominando el escenario político nacional, unos de aquí para allá y otros de allá para aca, algo inverosímil. Pero no es tan sólo que dejen sus partidos, lo sorprendente es la alegría con la que son recibidos por sus "enemigos", sin importar quien sea.
De repente todos son iguales, lo que los divide no tiene que ver ni con principios ni ideales, ni que sea de derecha o de izquierda, son puramente intereses y ambiciones personales.
Esta avalancha de tranfugas parece indicar el final de una etapa de la vida partidaria y podríamos estar asistiendo al nacimiento de una nueva era que dialecticamente tendría que haberse venido incubando.
Los dominicanos se están quedado sin opciones programáticas para elegir y eso explica algunos de estos movimientos, muchas veces incomprensibles, del presidente Danilo Medina que parecen responder a estos indefinidos momentos que atraviesa la clase política dominicana.
Observar tranquilamente éste
espectáculo díscolo que nos ha tocado vivir y esperar que al final salga ganando la nación, es lo que nos corresponde, porque muchos "líderes" se quedarán postrados por sus actitudes permitiendo el surgimiento de otros y, sobre todo, la consolidación de aquellos liderazgos que puedan mantenerse incólumes ante una situación como esta.
Primo yo no se si el presidente con sus alianzas con personeros de cuestionable integridad van conviertiendo a nuestra fragil democracia en un mercado de voluntades donde el patrimonio
ResponderBorrarnacional se negocia para provecho personal de quines usurparon ideologias y organizaciones que nunca forjaron. Abrigo la exigua esperanza de que de ser reelecto y a diferencia de otros presidentes, su segunda gestion sea lo que le asegure un sitial mas digno en la historia dominicana.